Carburador de autos

Resolver problemas de carburación
Para que un motor surque el aire arrastrando su modelo, ronroneando de forma regular, segura y potente, es suficiente tener en cuenta una pequeña serie de detalles que trataremos de desvelar.

Si somos capaces de combinarlos con cierta dosis de sentido común, podremos volar utilizando nuestro motor como lo que es y no como la fuente de problemas que a veces se nos presenta.

La carburación y por ende el funcionamiento del motor es perfecto cuándo el combustible entra en el carburador a una presión regular, (la depresión es un concepto relativo respecto a la presión atmosférica; siempre hay presión en el combustible aunque sea poca)

El aire entra, asimismo, a una presión regular, en estas condiciones, salvo que se altere el equilibrio, el motor, averías aparte, funcionará siempre igual.

Este equilibrio puede verse alterado por los cambios de régimen, así el carburador deberá ser capaz de gestionarlos, o por los cambios de las condiciones de funcionamiento, suelo o aire, el mecánico deberá saber ajustar el motor para volar no para que funcione en el suelo.

REGLAJE DEL CARBURADOR
El gráfico que os presentamos en este artículo está inspirado en las instrucciones de un famoso fabricante japonés. La aguja, en tierra, hay que regularla para una mezcla ligeramente rica.

Afinar un motor en el suelo sólo conduce a su mal funcionamiento en el aire y a su deterioro rápido, incluso en el aire el motor irá mejor y más potente aunque el ruido nos trate de engañar.

Ligeramente rico que ligerisimamente pobre, es más, un motor afinado al máximo tiene su vida limitada al mínimo; no tratemos de sacar del motor lo que no puede dar. Para un motor de cuatro tiempos la regla se agudiza aún más: carbura rico siempre.

Fotos de autos: Interior Honda Civic 2012
Los carburadores actuales tienen en general una segunda aguja o tornillo en el lado contrario a la aguja principal que regula el paso de mezcla cuando el carburador está casi cerrado.

La riqueza del ralentí es muy difícil de detectar, pero sin embargo es muy fácil comprobar si el motor hace bien la transición, acelerando bruscamente tras unos segundos de régimen de ralentí una respuesta con humo y "toses" es síntoma de un ralentí demasiadodo rico; una parada seca es síntoma de un ralentí pobre.

La manera idónea de acercarse al punto óptimo es ir cerrando un cuarto de vuelta la aguja de baja y acelerando cada vez hasta que el motor se pare, en este momento se abre un cuarto.

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