Catalizador (Parte II)

*Foto: Honda Fit Hybrid*
En el post de ayer vimos que uno de los gases producidos por la combustión que puede clasificarse en Inofensivos era el Nitrógeno. El oxígeno también entra dentro de esta categoría.

Oxígeno: Es uno de los elementos indispensables para la combustión y se encuentra presente en el aire en una concentración del 21%.

Si su mezcla es demasiado rica o demasiado pobre, el Oxígeno no podrá oxidar todos los enlaces de Hidrocarburos y será expulsado con el resto de los gases de escape.

Vapor de agua: Se produce como consecuencia de la oxidación del Hidrógeno, y se libera junto con los gases de escape.

Dióxido de Carbono: Se produce por la combustión completa del Carbono, no resulta nocivo para los seres vivos y constituye una fuente de alimentación para las plantas verdes, gracias a la fotosíntesis.

Sin embargo, hay que aclarar que un incremento desmesurado de la concentración de Dióxido de Carbono en la atmósfera produce variaciones climáticas a gran escala (el llamado efecto invernadero).

Contaminantes:
Monóxido de Carbono: En concentraciones altas y tiempos largos de exposición puede provocar en la sangre la transformación irreversible de la Hemoglobina, molécula encargada de transportar el oxígeno desde los pulmones a las células del organismo.
Hidrocarburos: Dependiendo de su estructura molecular, presentan diferentes efectos nocivos. El Benceno, por ejemplo, es venenoso por sí mismo, y la exposición a este gas provoca irritaciones de piel, ojos y conductos respiratorios; si el nivel es muy alto, provocará depresiones, mareos, dolores de cabeza y náuseas.

El Benceno es uno de los múltiples causantes de cáncer. Su presencia se debe a los componentes incombustibles de la mezcla o a las reacciones intermedias del proceso de combustión, las cuales son también responsables de la producción de Aldehídos y Fenoles.

Óxidos de Nitrógeno: No sólo irritan la mucosa sino que en combinación con los Hidrocarburos contenidos en el smog y con la humedad del aire producen Ácidos Nitrosos, que posteriormente caen sobre la tierra en forma de lluvia ácida y contaminan grandes áreas, algunas veces situadas a cientos de kilómetros del lugar de origen de la contamina.

Plomo: Es el metal más peligroso contenido en los aditivos del combustible. Inhalado puede provocar la formación de coágulos o trombos en la sangre, de gravísimas consecuencias patológicas.

Se encuentra presente en las gasolinas en forma de Tetra-etilo de Plomo y se utiliza en su producción para elevar su índice de octano y, también, en motorizaciones antiguas como lubricante de los asientos de válvulas.

En la gasolina sin Plomo se ha sustituido este metal por otros componentes menos contaminantes que también proporcionan un alto índice de octano.

Para el caso de los motores a gasolina recordemos que la combustión ideal con mezcla estequiométrica es de 14,7:1 para aire y gasolina respectivamente.


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Taller mecánico.