Pintura automotriz.

*Fotos de autos: Lamborghini Murcielago*
Como pintar el auto
Pintar un auto implica haber llegado a la última fase de la reparación de la carrocería.

Conseguir un buen acabado no es tarea fácil para el aficionado que quiere realizarla por sí mismo.

Las técnicas artesanales utilizadas antaño han evolucionado hasta convertirse en complicados procesos industriales, para cuya realización son precisos productos y herramientas costosos.

Estas técnicas utilizadas hoy en día en las modernas cadenas de montaje, la pintura por inmersión completa de las carrocerías o la utilización de sofisticados robots pintores, son obviamente imposibles de utilizar en la restauración de nuestros viejos coches.

Esto no implica que debamos renunciar a realizar por nosotros mismos esta fase; eso sí, ciñéndonos a criterios de calidad acordes con los medios técnicos que tengamos a nuestro alcance.
Cuando trabajemos la pintura de un clásico estaremos utilizando una gran variedad de productos químicos.

El desarrollo experimentado por el sector químico de aplicaciones industriales a dado lugar a una notable especialización.

El número de productos es inmenso, todos ellos desarrollados para fines muy concretos y formulados a menudo sobre bases químicas diferentes no siempre compatibles entre sí.

A fines de elegir los más adecuados para el trabajo que queremos realizar, es conveniente que busquemos el asesoramiento de un distribuidor de pinturas experto y competente, que nos resolverá dudas y dificultades y evitará costosos errores debidos a la utilización de mezclas inadecuadas, productos incompatibles, etc.

Lo más aconsejable es optar por alguna marca de reconocido prestigio.

Como preparar la superficie a tratar
La capa de pintura debe cumplir dos finalidades: proteger la chapa contra los efectos de la corrosión y embellecer el exterior de nuestro coche.

Para conseguir el primer objetivo es importante que prestemos atención a la preparación de la superficie, y sobre todo a las capas previas a la aplicación de la pintura.

No conviene aplicar la laca directamente sobre la chapa o las masillas de relleno. Debemos aislar estas superficies mediante la aplicación de una capa intermedia, con el fin de obtener una superficie homogénea, neutra y compatible con los productos químicos.

Antes de cualquier paso es preciso limpiar cuidadosamente la superficie para eliminar cualquier traza de grasa, aceite u otro producto similar que podrían impedir la correcta adherencia de las sucesivas capas. Utilizaremos disolventes especiales de limpieza muy ligeros.

Aunque su uso no es habitual en las reparaciones al uso, se recomienda que en las restauraciones se aplique sobre las superficies en chapa vista una imprimación fosfatante, que por sus especiales características protege la chapa contra los ataques de la corrosión.

Es un producto caro, aunque sus extraordinarios resultados justifican este coste añadido. En pequeñas superficies puede aplicarse con brocha; aunque si su aplicación va a hacerse sobre una superficie grande, por ejemplo una carrocería totalmente decapada, es preferible utilizar una pistola de pulverización a presión como la que utilizaremos para la laca.

Se consigue de esta manera un acabado más uniforme y mejorar la penetración en rincones difíciles. Esta superficie no necesita ser lijada.

Mañana continuaremos con este post.
Fuente utilizada: http://www.freewebs.com/
JUFRE OIL SERVICE - Taller mecánico