Click acá para leer la Parte I de este post.Cuando hablamos del manejo severo nos estamos refiriendo a viajes cortos en donde el conductor para y arranca a cada rato, o bien cuando maneja en el tráfico donde ocurre lo mismo.
Se aplica en el manejo a baja velocidad en ambiente de altas temperaturas, remolcar otros vehículos, incluso en zonas montañosas, y también transitar vías extremadamente polvorientas.
Todas ellas demandan algo adicional del lubricante.
Aunque usted no lo crea las condiciones severas en el tránsito rodado son bastante comunes, sobre todo si tomamos en cuenta que manejamos nuestros vehículos el 80% del tiempo bajo condiciones de tráfico pesado.
Con estas condiciones los fabricantes de vehículos exigen que los cambios de lubricante se reduzcan a tres meses.
Problemas mecánicos
Un caucho pinchado, un golpeteo del motor o un inconveniente causado por un circuito son relativamente fáciles de identificar y sobre todo fácilmente perceptibles.
Sin embargo si en invierno el cárter del motor se enfría fuertemente, o si el termostato se pega y no permite que el refrigerante fluya el motor trabajará a una temperatura mucho mas alta de lo normal.
Esto puede ocasionar que el lubricante se haga mas denso y finalmente se producirá el lodo, y seguramente usted no lo notará, son problemas imperceptibles para el conductor.
Una válvula obstruida o defectuosa podría asimismo causar la formación de lodo, pues al no trabajar debidamente los nocivos gases de la combustión podrían permanecer en el cárter y formar conjuntamente con el agua, hollin y ácidos el peligroso lodo.
Mantenimiento
Sea disciplinado y cambie el lubricante del motor con regularidad, además cuídese de que siempre se le coloque al vehículo la cantidad correcta.
Nunca use un lubricante de menor grado que la especificada por el fabricante del vehículo y finalmente no deje que le coloquen lubricantes de dudosa o de ninguna reputación, recuerde: lo barato sale caro.
El sistema de refrigeración debería ser purgado, vaciado y rellenado periódicamente con agua o mezcla de refrigerante para prevenir el sobrecalentamiento del motor y ofrecer un óptimo rendimiento.
Entre las causas que también forman lodo son el filtro de aire tapado, el bajo nivel de lubricante y de refrigerante o bien gasolina contaminada.
Muchas veces se le echa la culpa al lubricante de las fallas, sin embargo hay que admitir que la mayoría de los casos el lubricante es “victima” de problemas mecánicos , motores mal entonados o bien cambios de lubricante demasiado prolongados.
Lo ideal es que como conductor nos acostumbremos a cambiar el aceite y el filtro del vehículo con la máxima regularidad mantener el vehículo en buenas condiciones de operación.
Finalmente use siempre que pueda lubricantes API o SJ de alta calidad. Es mejor prevenir que lamentar.
Fuente: automotriz.net
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